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Milanesa de pollo

La milanesa de pollo se consume con mucha frecuencia en Argentina y en muchos países, por ser un plato muy fácil de preparar y de gran versatilidad en cuanto al acompañamiento. Se puede acompañar con una ensalada, arroz, unas papas fritas, con cualquier verdura cocida, puré de papas y con granos cocidos. Generalmente, se  preparan rebosadas, lo que potencia de manera importante su rico sabor.

Para la preparación de milanesa de pollo, comúnmente a una lonja muy delgada, se le pasa por huevo batido aderezado con sal, perejil, ajo y otros condimentos. Luego se pasa por pan rallado y se fríe, o se cocina en el horno. Algunos argentinos la hacen  con queso gratinado encima, dándole por nombre milanesa napolitana. También, la pueden preparar rellena con queso y otros ingredientes.

Historia de la milanesa de pollo

La milanesa aparentemente nació como un plato de Milán, en la Italia del siglo XII, llamado en sus orígenes “lombolos cum panitio” lo cual se traduce como “lomitos empanados”. Como consecuencia de este plato original, la palabra “milanesa” se extendió a cualquier alimento delgado, empanizado, frito u horneado. Por eso, además de las milanesas de res, también las hay de pollo, de cerdo, de berenjena, de merluza y de queso.

La receta de “milanesa” llega a Argentina por la inmigración italiana a finales del siglo IX. En la Argentina, por ser un país productor y consumidor de carne de vacuno, se extendió y cobró fuerza. Se afirma que desde allí se extendió a otros países de América.

Lo cierto es que la milanesa sea de pollo, de carne de vacuno o de otro alimento donde fue llegando se fue quedando. Entre otras cosas, por la rapidez con que se puede preparar el plato y lo exquisito de su sabor. A medida que se fue extendiendo se crearon variaciones típicas de cada lugar.

Receta de milanesa de pollo

Ingredientes

4 cortes delgados de pechuga de pollo, 3 huevos, perejil, ajo, sal, pimienta, pan rallado, aceite.

Preparación

  • Adobar los 4 cortes delgados de pechuga de pollo, con pimienta y sal.
  • Batir con un tenedor los huevos, el perejil picado finamente y ajo.
  • Pasar los dos lados de cada corte de pechuga de pollo por el huevo batido y luego empanizar los dos lados pasándolas por pan rallado.
  • Freír con abundante aceite bien caliente hasta que ambos lados estén dorados.
  • Colocarlas sobre una rejilla con papel absorbente abajo para eliminar el exceso de aceite.
  • A continuación, servir con el acompañamiento que más te agrade. Puede ser, entre otros, papas fritas, arroz, ensalada, espagueti, puré de papas.

Consejos para hacer la milanesa de pollo

Para que la milanesa de pollo o de cualquier lonja de carne quede crocante por fuera y jugosa internamente es necesario, que el aceite donde se fría este a temperatura bien alta.

Antes de empanizar las milanesas de pollo debes tomar algunas medidas como: secar bien las milanesas, condimentar la harina y el pan rallado con el cual empanizarás, pasarlas por harina de trigo, luego por el huevo batido condimentado y finalmente por pan rallado, panco, harina de avena u otro producto para que quede crocante.

Se puede poner a prueba la creatividad, cambiando el pan rallado por ajonjolí, harina de avena o avena en hojuelas ligeramente triturada, coco rallado, o cualquier otro producto que se te ocurra. Será cuestión de elaborar y probar las diferencias de sabor.

¿Sabías que….?

  1. A una milanesa de pollo se le dice a la napolitana en Argentina si se le empaniza, fríe, coloca sobre ella jamón, salsa de tomate y un queso que gratine bien, como lo hace el queso mozzarella. Luego se hornea hasta que el queso gratine.
  2. La milanesa de pollo aporta al organismo, entre otros nutrientes, los siguientes:
  • Proteína la cual ayuda a la creación de músculo en el organismo y los mantiene sanos.
  • Fósforo, ayuda al funcionamiento del sistema nervioso, hígado, riñones y huesos.
  • Selenio mejora el metabolismo y ayuda al funcionamiento de la tiroides.
  • Triptófano, el cual aumenta los valores de serotonina, lo cual da una sensación de bienestar.
  • Niacina, a la cual se le atribuye funciones anticancerígenas.
  • Vitamina A, la cual colabora para mantener la salud visual.
  • También, contiene potasio, hierro, zinc, hierro, calcio. Cada uno de estos componentes aporta beneficios, los cuales redundan en una buena salud de quien consume milanesa de pollo.
  • Dado que la milanesa de pollo generalmente se le acompaña con papas fritas, arroz, ensalada, el valor nutricional del plato se potencia con los beneficios que aportan al organismo los componentes de lo que se decida como acompañante.

Otras formas de preparar milanesas rellenas

Una milanesa, sea de pollo, de pescado, de ganado vacuno u otro, se le potencia su sabor si las cortas un poco más gruesas para poder rellenarlas o también si se superponen dos milanesas. En el relleno, puedes poner en práctica tu creatividad, a continuación mencionamos algunos rellenos:

Milanesas rellenas de queso y jamón

Las milanesas rellenas de queso y jamón son comunes en Argentina. Para su elaboración utilizan pollo o carne de vacuno. Con frecuencia para dicho relleno mezclan huevo crudo con jamón, queso, perejil y otros condimentos. Se extiende una milanesa, en su centro se coloca el relleno poniéndole encima otra milanesa, finalmente con palillos se aseguran los bordes de las milanesas y se fríen.

Milanesas rellenas de queso y espinaca

El relleno de queso y espinaca le queda muy bien a las milanesas de pollo. El relleno se prepara con queso ricota, mozzarella o parmesano; y hojas de espinaca hervidas y troceadas. Para el momento de rellenarlas se puede seguir el procedimiento descrito anteriormente para las milanesas rellenas de queso y jamón.

Milanesa rellenas con guiso

El relleno de una milanesa puede hacerse con el guiso que te agrade más. Sugiero para una milanesa de pollo rellenarla con un quiso preparado con trocitos muy pequeños de al menos dos tipos de carne, cociéndolas juntas con aceitunas, pasas de uva y otros condimentos de acuerdo al gusto.

Se debe dejar cocer hasta que quede con cierta consistencia que permita usarla como relleno de las milanesas. Para el momento de rellenarlas se puede seguir el procedimiento descrito anteriormente para las milanesas rellenas de queso y jamón.

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