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Ensalada de lechuga y tomate

Las ensaladas son acompañantes generalmente presentes en las mesas chilenas de todo el país. El consumo de la ensalada de lechuga y tomate es  muy común por su fácil preparación, puesto que el tomate y la lechuga no ameritan cocción para consumirlos. Como aderezo se utiliza jugo de limón y un aceite generalmente neutro. Queda excelente cuando a los tomates se les sala un poco antes de unirlo a la lechuga.

Las ensaladas de lechuga y tomate no constituyen una comida completa. Por lo tanto, debe acompañarse con comidas que contengan proteínas y otros nutrientes, los cuales no están presentes ni en la lechuga ni en el tomate y que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo.

De esta ensalada existen muchas variantes que nacen como consecuencia de agregarle a la ensalada otros vegetales o ingredientes de acuerdo al gusto de los comensales. Otras veces se hacen solo con cebolla y tomate, cuyos colores representan muy bien los colores de la bandera de Chile.

Historia de la ensalada de lechuga y tomate

Algunas fuentes aseguran que la palabra ensalada proviene del término “herba salata” utilizada por los romanos para denominar mezcla de vegetales crudos con sal y agua. También los romanos utilizaban “insalare” que significaba añadir sal. La ensalada fue originalmente consumida por la clase trabajadora, luego se generalizó su utilización en las diferentes clases sociales.

La gastronomía chilena  está compuesta por las tradiciones culinarias que se fueron transmitiendo de generación en generación y se fue enriqueciendo con la influencia española y de otras culturas. Las diferentes ensaladas tienen comúnmente como aderezos, aceite, vinagre y sal.

La lechuga, uno de los ingredientes presente en casi todas las ensaladas en el mundo, se dice que es originaria de la India.  Era consumida por los romanos y por los griegos hace más de 2000 años. Los árabes en el siglo XI ya las plantaban  y la esposa de Felipe V en sus banquetes las presentaba rellenas. En América, la lechuga fue introducida por los conquistadores españoles.

Por otra parte, el tomate es originario de México. Era cultivado por los Aztecas,  quienes lo llamaban “tomatl” lo que significa “fruta hinchada”. Allí lo encontraron los conquistadores españoles, le llamaron tomate y lo trajeron a otros países de  América junto con otros productos. Muchos confunden al tomate con una verdura. Pero, en realidad, es una fruta.

En los viajes de Cristóbal Colón el tomate llegó a España y de allí se fue extendiendo por el resto de Europa. Un herborista italiano se refirió al tomate como “manzana de oro”. Otro holandés en 1554 describió al tomate atribuyéndole propiedades afrodisíacas y tal vez esta información fue la razón que contribuyó al nombre que se le dio al tomate en varias partes del mundo: en Italiano “pomodoro”, en francés “pomme d´amour y en inglés “love Apple”.

Receta de ensalada de lechuga y tomate

Ingredientes

1 lechuga grande

4 tomates

3 zanahorias

1 taza con jugo de limón

2 cdas de aceite de oliva

Sal y pimienta al gusto

Preparación

  • Se lavan muy bien todos los vegetales.
  • Luego se le retira la piel a las zanahorias y se rallan, el tomate se le corta en rodajas y a la lechuga en trozos o tiras.
  • A continuación se reúnen la lechuga, los tomates y la zanahoria picada en un recipiente, y se le agrega un poco de jugo de limón y 5 gotas de aceite.
  • Se mezcla todo muy bien y se sazona con sal y pimienta al gusto.
  • Finalmente, llegó la hora de servir y degustar.
  • Se puede servir como entrada o como acompañante de un excelente asado, un pescado a la plancha y muchos otros platos.

Consejos para hacer una deliciosa ensalada de lechuga y tomate

  • Seleccionar muy bien la lechuga que se usará en la elaboración de la ensalada. Deben estar frescas, tener muy buen aspecto, sin manchas y sus hojas no deben estar deterioradas. Prepara las ensaladas que la contengan poco tiempo antes de consumirla. Si te sobra lechuga, consérvala  en el compartimiento de la nevera que corresponde al almacenamiento de los vegetales. No se deben tener por mucho tiempo en agua con vinagre o limón, porque pueden dejar de ser crocantes y perder parte de los minerales que contienen.
  • Los tomates también deben seleccionarse muy bien para poder consumirlos crudos en una ensalada. Deben estar frescos.
  • Las ensaladas las puedes enriquecer agregándoles otros vegetales cocidos y otros ingredientes como frutos secos, los cuales son crocantes y además potencia el valor nutricional de las ensaladas.

¿Sabías que ….?

La lechuga es saciante, es hidratante por su alto contenido de agua, ayuda a las personas que tienen trastornos del sueño porque tiene propiedades sedantes. También se le atribuyen propiedades analgésicas, tiene una acción depurativa del hígado, reduce los niveles de glicemia. Contiene, aunque en poca cantidad, vitaminas C y E. Aporta poca cantidad de los minerales hierro, fósforo, calcio y potasio.

El tomate está compuesto fundamentalmente por hidratos de carbono y de agua, su consumo aporta al organismo vitaminas A la cual previene problemas de la vista. También contiene vitamina  C y potasio. Tiene un alto contenido de licopenos que le dan un alto poder antioxidante, lo que ayuda mucho a la prevención de enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Los licopenos son los que le dan a los tomates su color característico, a un alto nivel de ellos en la sangre se le hace corresponder menos casos de cáncer de próstata.

La cantidad de licopenos es mayor si los tomates son del tipo perita y si se encuentran maduros. Consumir tomate en la dieta es excelente para el organismo porque también contienen hierro y vitamina k. Por su alto contenido de antioxidantes es excelente para la piel, siendo así un producto natural el cual previene el envejecimiento. También es diurético, ayudando así a personas que presentan problemas de retención de líquidos. Contiene fibra  por lo que es bueno para evitar el estreñimiento.

Si entre las personas quienes consumirán una ensalada con tomates alguna tiene divertículos en su colom es importante retirarle a los tomates todas las semillas. Así se evitan complicaciones posteriores que pudieran presentarse.

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