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Morcilla antioqueña

La morcilla antioqueña es uno de los embutidos más emblemáticos de la región. Es elaborado a partir de la sangre del cerdo como uno de sus componentes principales y se cuenta entre las preparaciones que por tradición ofrece la gastronomía de ese país suramericano.

De preparación sencilla, la morcilla antioqueña es consumida por los lugareños y visitantes que valoran el espectacular sabor que toma el resultado de mezclar la sangre fresca del cerdo con otros componentes como el arroz, la manteca de cerdo y la cebolla. Introducidos todos en trozos del intestino del cerdo, el cual sirve de contenedor a los materiales y a sus propios sabores.

En el presente artículo dedicado a ese exquisito plato, te informaremos sobre los ingredientes que normalmente se usan en su elaboración y también el paso a paso que debe seguirse para hacerlas. Asimismo, te aconsejaremos algunas acciones para lograr mejores resultados, puntualizaremos cosas que posiblemente desconoces sobre estas morcillas y te hablaremos de su historia, que siempre es interesante conocer.

Historia de Morcilla antioqueña

El recorrido histórico de este plato parece haber comenzado en la antigua Grecia, por una mención que sobre la morcilla se hace en los textos de la Odisea, escrita por Homero, un prestigioso poeta y escritor griego.

Otros testimonios ubican el origen de este plato en tierras españolas, específicamente en la ciudad de Burgos, donde se configuró como resultado de la evolución de la herencia gastronómica en ese lugar. En España la morcilla adquiere presentaciones que le dan mucho prestigio como aperitivo o como una excelente alternativa en el mundo de las tapas españolas. A partir de allí y posteriormente a los largos años de la conquista, este producto fue traído por los españoles a tierras americanas.

De esa manera comenzó a conocerse y a consumirse en diversos países, entre los que se cuentan Colombia y Venezuela. En Colombia, la morcilla se incorporó a las propuestas gastronómicas de diversas regiones del país. Pero su popularidad es sobresaliente en el departamento de Antioquia, ubicado al noreste de Colombia. A esa famosa morcilla antioqueña va dedicado el presente artículo.

Receta de la Morcilla antioqueña

La Morcilla antioqueña

Plato Almuerzo

Cocina Colombiana

 

Tiempo de preparación 2 horas

Tiempo de cocción 2 horas

Tiempo Total 4 horas

 

Raciones 5

Calorías 560 kcal

 

Ingredientes

Los ingredientes que se utilizan en la preparación de la morcilla antioqueña son los siguientes:

  • Litro y medio de sangre de cerdo e igual cantidad de agua.
  • Trozos de intestino o tripa de cerdo
  • Medio kilo de arroz cocido.
  • Un kilo de tocino.
  • Dos cucharadas de hierba buena picadita muy fina, igual con dos cucharadas de poleo, dos de perejil y un manojo pequeño de cilantro.
  • Cinco cebollas, 2 cucharadas de pimienta, 4 de harina de maíz y dos de vinagre.
  • Cuatro dientes de ajo, 2 cucharadas de comino, 1 cucharada de orégano en polvo y sal al gusto.
  • Hilo o pabilo para amarrar.

Preparación de la Morcilla antioqueña

Una vez que se cuenta con todos los ingredientes que incluye arroz previamente cocido, un recipiente con agua bien aliñada y ya hirviendo, los aliños picados como lo requiere la receta, se procede a armar las morcillas. Para ello te suministramos el paso a paso que te conducirá a excelentes resultados:

Cocinar el arroz con todos los aliños que usualmente se usan para cocinarlo. Debe quedar lo suficientemente cocido, los granos suaves y con mucha humedad al revolverlos. Dejar enfriar.

Estando aun fresca, se le agrega sal y vinagre a la sangre del cerdo para que no se cuaje. Su buen estado determina el éxito del procedimiento.

Las tripas del cerdo deben remojarse por varias horas en agua con suficiente limón. Luego deben enjuagarse por ambos lados, interno y externo, con abundante agua, y colocarla para que escurra el agua. Deben secarse muy bien. Luego debe amarrarse uno de sus extremos. Se utiliza la cantidad de tripa acorde con la cantidad de morcilla que se va a preparar, con alguna holgura por si algún trozo se rompe al manipularlo.

En un envase, que preferiblemente no debe ser metálico, se vierten todos los ingredientes y se revuelven hasta producirse una mezcla de consistencia gruesa y muy homogénea. Cuidar que no queden grumos de la harina de maíz.

Con el apoyo de un embudo, manualmente se rellena la tripa con la mezcla de forma que no quede muy cargada, puesto que en la cocción la tripa suele contraerse. Se amarra el extremo de las tripas que estaba suelto y se llevan a un proceso de cocción durante dos horas, destapadas para que no se reviente la tripa, y a fuego lento. Se acostumbra pincharlas previamente con una espina de la mata de naranjas.

El agua donde se van a introducir las morcillas antioqueñas para cocinarse debe estar hirviendo, y contener algunos tipos de especies como orégano, laurel y tomillo.

Luego de dos horas de cocción se cuelgan en un lugar fresco y ventilado. Al estar totalmente frías ya podrán refrigerarse.

De ellas se van separando las porciones que se van a consumir.

Consejos para hacer una deliciosa Morcilla antioqueña

Además de lo establecido en la receta propiamente dicha, existen recomendaciones que la experiencia indica que deben tomarse en cuenta para hacer deliciosas morcillas antioqueñas:

  • El arroz que se usa en esta preparación debe compactar la morcilla, por ello debe ser cocido hasta ablandarse lo suficiente tratando que quede con cierto grado de humedad.
  • Uno de los secretos para que las morcillas queden con buen sabor está en lavar muy bien las tripas del cerdo.
  • La sangre de cerdo a utilizar debe ser fresca, reciente. Debe protegerse de agentes contaminantes que puedan inducir su descomposición.
  • No deben consumirse las morcillas más allá del tiempo que la refrigeración ininterrumpida garantice que se conservan en buen estado.
  • Durante la preparación de las morcillas antioqueñas debe atenderse mucho a la higiene de los recipientes y utensilios utilizados.

¿Sabías que….?

La composición de la morcilla antioqueña la transforma en fuente de hierro, proteínas y carbohidratos. Contrariamente a lo que puede pensarse, su contenido de grasas es relativamente bajo.

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