Es una especie de flan a base de leche, huevos y azúcar muy popular en toda Latinoamérica, existiendo en cada región una variación particular en su preparación; en algunos países se le conoce como flan de huevos, en otros como Venezuela recibe el nombre de quesillo ya que una vez cocido presenta en su interior pequeños espacios o agujeros que recuerdan el aspecto de algunos quesos.
Es un postre bastante fácil y rápido de hacer. es muy usada como postre para servir después del almuerzo o de la cena y también es frecuente que sea el acompañante del bizcochuelo o torta que se ofrece por motivo de cumpleaños o cualquier otra celebración.
La preparación de la crema volteada es muy simple y la receta clásica lleva ingredientes fáciles de obtener lo que hace que sea un postre bastante popular, a lo cual se agrega su delicioso sabor que lo hace de gran aceptación por todos.
La receta básica es conocida como crema volteada de vainilla; sin embargo, con el tiempo se han ido incorporando variaciones que modifican, agradablemente, su sabor, Puede hacerse agregándole jugo de alguna fruta, tal como naranja, mango, piña, coco. También puede añadirse café o chocolate líquido, crema de auyama o de banana. Otra variación es adicionarle trozos pequeños de chocolate o frutos secos como pasas.
Se dice que el origen de la Crema Volteada se remonta a los primeros siglos de nuestra historia afirmándose que los romanos y griegos confeccionaban un postre similar. Sea esto cierto o no, es más aceptado que en América fue introducida la receta por los españoles en tiempos de la colonización.
Receta de crema volteada
Ingredientes
Para la Crema Volteada
- 4 huevos
- 1 lata de leche condensada (400 mililitros)
- Media taza de azúcar blanca (100 g)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 400 ml de agua
Para el caramelo
- Media taza de azúcar blanca (100 g)
- Un cuarto de taza de agua (100 mililitros)
- Media cucharadita de jugo de limón
Materiales adicionales
- Un molde para hornear de aproximadamente 25 cm de diámetro, o un envase con tapa para utilizar en baño de María.
- Un envase o bowl para batir.
- Batidor de mano o una licuadora.
- Colador.
- Una olla o recipiente alto conteniendo agua hirviente.
- Olla de presión (opcional).
Preparación de la crema volteada
Primero se debe preparar un almíbar. En el molde para hornear o en el envase para utilizar en baño de María se coloca la media taza de azúcar blanca, el cuarto de taza de agua y la media cucharadita de jugo de limón. El limón evita que el caramelo se cristalice y se rompa. Se lleva a fuego alto. Cuando la mezcla adquiera consistencia de caramelo y empieza a oscurecer, se baja la intensidad del fuego y se espera hasta que tome una tonalidad dorada intensa. Se retira del fuego y se distribuye uniformemente por las paredes del molde. En estas condiciones se deja enfriar y se reserva.
Colocar los huevos en un envase y utilizando el batidor de mano mezclar uniformemente, Agregar la leche condensada, el agua, el azúcar y la esencia de vainilla y continuar mezclando.
En caso de preferir la licuadora, se colocan en ella los huevos se mezclan y luego se agrega el resto de los ingrediente y se mezclan todos por breve tiempo.
Bien sea la mezcla a mano o la licuada se vierte en el molde caramelizado, pasando la mezcla por un colador para evitar que restos de la albúmina de huevo continúen presentes en la misma.
Colocar el molde en la olla con agua hirviente (baño de María) que cubra aproximadamente la mitad de la altura del molde. Llevar al horno a 180°C por una hora.
Una alternativa es cocinar la Crema Volteada en baño de María. Para esta modalidad se coloca, bien tapado, el molde que contiene la crema en una olla de presión que contenga agua hasta la mitad de la altura del molde y se lleva al fuego alto. Una vez que la olla alcance la presión, se deja hervir por 30 minutos.
Retirar cuidadosamente el molde con la crema, del horno o de la olla de presión y dejar enfriar. Cuando esté a temperatura ambiente llevar a refrigerar por espacio de dos horas y ya está listo para desmoldar, servir y degustar.
Consejos útiles
Si la crema se cocina al horno se debe evitar que el agua del baño de María se evapore, al disminuir el volumen este debe ser restaurado con más agua caliente..
Para desmoldar la crema es conveniente pasar un cuchillo delgado por el borde superior de la crema ya cocida, esto ayuda a que se despegue con más felicidad.
Se debe tener preparado un plato o bandeja la cual se coloca sobre el molde y con rápido movimiento se da vuelta al plato y al molde. Se levanta el molde con cuidado y que lista la crema para ser servida.
Aporte nutricional
Una porción de crema volteada contiene 4,4 g de grasa, 2,8 g de proteínas y 20 g de carbohidratos. El contenido de grasa está básicamente compuesto por ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados que superan el menor contenido de grasas saturadas, menos beneficiosas para la salud; además, entre las grasas están presente ácido linoleico, ácido oleicos y omega 3.
Propiedades alimenticias
Tanto la leche condensada como los huevos, ingredientes básicos de la crema volteada, aportan las ventajas alimenticias de cada uno de ellos.
La leche condensada tiene abundante vitaminas A y D y cierta cantidad de vitaminas B y C. En relación a los minerales es fuente de calcio, fósforo, magnesio y zinc. Todos estos compuestos los ofrece la leche condensada de manera concentrada ya que es un tipo de leche con escaso contenido de agua.
El huevo posee un alto tenor de proteínas, además de tener elevado contenido de vitaminas A, B6, B12, D, E y K, así como de ácido fólico, lo que le confiere la característica de ser muy nutritivo. Además aporta minerales como hierro, fósforo, selenio y zinc.
Puede decirse que ambos ingredientes proporcionan un promedio del 15% de los requerimientos diarios de vitaminas, lo cual redunda en fortalecer el sistema inmunológico. El contenido de calcio y fósforo es beneficioso para el metabolismo de los huesos. Las vitaminas B conjuntamente con el magnesio favorecen la formación de glóbulos rojos mejorando las características de la sangre; mientras que la vitamina A interviene favorablemente en la hidratación de la piel.
En resumen, el incorporar leche y huevos en la alimentación repercute en varios aspectos de la salud como son mejorar la circulación sanguínea, mejora la actividad cerebral por el aporte de ácido fólico que hacen, favorecen la consolidación ósea y mejoran las condiciones de la piel.