El caldo de gallina es un plato muy conocido en diversas naciones y goza de una alta popularidad. Es apreciado en la mesa de personas económicamente pudientes así como en personas de bajos recursos, ya que en cualquier oportunidad y en cualquier hogar se puede tener acceso a esta sustanciosa ave de corral.
El caldo de gallina por si sólo es de excelente sabor y aporta nutrientes básicos y energía abundante contribuyendo a la hidratación corporal, por eso es utilizado como refuerzo en dietas, como reconfortante, como reparador en caso de resfriados y virosis, en las dietas postparto y es muy apetecido para controlar las resacas. Consumir caldo de gallina en días de baja temperatura es una alternativa para contrarrestar el frío. Por eso más que un plato culinario se le considera una medicina natural.
La energía que aporta hace que quien lo consume perciba la sensación de plenitud alimentaria, aun cuando es bien tolerado digestivamente.
Dependiendo de la región geográfica donde se prepare, se han introducido numerosas variables para hacerlo más apetitoso. Básicamente y de manera más generalizada es costumbre enriquecerlo al añadirle diversos vegetales y aderezándolo con variados condimentos. De igual manera, hay sitios donde se complementa con pasta, con arroz, con cebada, con trigo, con garbanzos o con huevos cocidos enteros. Estas sugerencias que introducen cambios en el sabor, quedan al criterio de los diferentes gustos.
Receta de caldo de gallina
Ingredientes
- 1 gallina cortada en piezas o trozos. Alternativamente se pueden seleccionar las piezas de la gallina de su preferencia
- 3 litros de agua
- 8 papas medianas, preferiblemente amarillas
- 4 zanahorias pequeñas
- 3 ramas de apio (celery)
- 3 ramas de puerro (ajo porro)
- 2 cebollas chinas (cebollín)
- 2 piezas de kion (jengibre)
- 2 huevos
- 2 cucharaditas de ajo molido
- 1 cucharada de aceite vegetal
- Sal y pimienta al gusto
- Ingrediente opcional: 1/4 kg de espaguetis o una taza de pasta pequeña, de arroz integral o de cebada.
Materiales adicionales
- Olla grande
- Sartén
Preparación de caldo de gallina
Las piezas de gallina se limpian cuidadosamente, se les retira la piel y la grasa. En la olla se vierten los 3 litros de agua y se llevar al fuego. Cuando comience a hervir se colocan las piezas de gallina y se mantienen cocinando durante 2 horas.
Aparte se lavan bien las papas, las zanahorias, el apio, el puerro, las cebollas chinas y el kion. Se les retira la cubierta a las papas y a las zanahorias. Las papas se cortan en mitades y las zanahorias en rodajas. El apio, el puerro y las cebollas chinas se cortan en trozos pequeños.
En el sartén se vierte el aceite y se sofríen, a fuego mediano y durante 5 minutos, el apio, el puerro y las cebollas chinas. Retirar y reservar.
Al transcurrir las 2 horas de hervor de las piezas de gallina se agregan las rodajas de zanahoria y las dos piezas enteras de kion, junto con el apio, el puerro y las cebollas chinas sofritas. Añadir la sal, el ajo y la pimienta. Dejar hervir durante 20 minutos.
Pasado este tiempo, retirar las piezas de kion y agregar las papas cortadas en mitades y continuar cocinando por 25 minutos o hasta que las papas estén cocidas.
Si se decide incorporar espaguetis, pasta pequeña, arroz integral o cebada, cualquiera de estos ingredientes deben incorporarse al caldo en el momento de agregar las papas, siendo importante remover con regularidad para evitar que se unan entre ellos mismos.
Una vez llegado a este momento, agregar los huevos, moviendo inmediatamente para romper las yemas y lograr que se incorporen al caldo, a manera de hebras. Cocinar por 10 minutos adicionales. Corregir la sal, de ser necesario.
Consejos útiles
Para que rinda para diez raciones, debe cortarse y distribuirse la carne de gallina de manera de obtener dicha cantidad de partes.
Aporte nutricional
El caldo de gallina confiere una importante cantidad de vitaminas atribuyéndole que el contenido de un plato o ración de caldo de gallina, de aproximadamente 100 g, puede aportar hasta el 93% de la cantidad diaria de las vitaminas del complejo B que el organismo necesita.
Se ha determinado que una ración de caldo de gallina contiene 2,5 g de proteínas, 3,5 g de carbohidratos, 2 g de grasa, 1,5 g de azúcar y 143 miligramos de sodio.
Además de las vitaminas pertenecientes al complejo B, contiene también vitaminas A, C y D, así como minerales tales como hierro, calcio, fósforo y magnesio.
Ofrece también elementos como la condroitina y la glucosamina, presentes en las partes cartilaginosas de la gallina.
El caldo de gallina generalmente es enriquecido añadiéndole verduras, las cuales adicionalmente contribuyen con su contenido de minerales y vitaminas que no se eliminan totalmente durante la cocción, como comúnmente se cree. Es un alimento rico en proteínas y bajo en glúcidos, en grasas saturadas y en calorías.
Propiedades alimenticias
Se recomienda retirar la piel de la gallina y la grasa ubicada debajo de la misma y después de cocido el caldo puede ser desgrasado, esto tiene como resultado un bajo nivel calórico y del contenido graso que lo hace un plato ideal aun en caso de buscar un control de peso o de rehidratación de niños y de adultos mayores.
Su alto contenido en aminoácidos, constituyentes de las proteínas, le confiere características antiinflamatorias. Entre esos aminoácidos destaca la glicina a la que se le atribuyen efectos calmantes y somníferos.
Es recomendado para pacientes con problemas artríticos ya que la condroitina y la glucosamina actúan como antinflamatorios a nivel de las articulaciones. También es fuente de cisteína, otro aminoácido que favorece la fluidificación de las secreciones bronquiales y facilita la expulsión de las mismas.
El aporte de minerales favorece el endurecimiento óseo y en consecuencia puede retardar la aparición de osteoporosis.
Se reconoce que el caldo de gallina ayuda en la recuperación en casos de virosis leves, disminuyendo los síntomas de la gripe y resfriados en general, ayudando a revitalizar el organismo.
